He de reconocer
que la paciencia no ha sido una de esas virtudes con las cuales me identifico,
siempre me ha costado ser paciente. Siempre. Cuando acabo un examen, al
instante quiero saber la nota, regularmente cuando escribo a alguien, siempre
espero una respuesta inmediata, me inquieta la cola en el súper o en la tienda… A decir verdad la espera me mata.
Sin embargo, el día
a día me ha llevado a cambiar esa actitud y darme cuenta que no gano nada desesperándome
en cosas que al final de cuentas no
dependen de mí. La paciencia consiste en
saber esperar y aceptar, mantener la calma,
saber contar hasta diez en esos momentos de desesperación, buscar el lado positivo de todas las cosas y
respirar!!!
Hoy puedo decir
que estoy aprendiendo a ser paciente o por lo menos estoy intentándolo para
cultivarla. J
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