Vive el momento presente
con ánimo, con coraje…: vivirás mejor.
Sé generoso... y
experimentarás la alegría interior.
Sonríe…y romperás
barreras, evitaras zanjas, reducirás distancias.
Se amable, educado…y transmitirás
confianza.
La cordialidad muestra al
interlocutor –al otro– los mejores deseos.
Si amas de verdad…imposibilitarás
la envidia en ti.
Aprende a decir sí o no.
No vayas con dudas. Ello indica personalidad.
Intenta reír y reírte de
ti mismo… ganarás en salud física, psíquica y espiritual.
Hagamos el bien. Seremos
recordados con simpatía y se nos premiará.
Derrama luz, energía,
coraje, buen ánimo a quien este en horas bajas.
Para dar buen ánimo, hay
que tener vida interior, espiritualidad.
Si pretendemos reanimar
al otro, darle animo, hemos de poseer un alma grande, vida interior, espiritualidad,
generosidad y ganas de hacer el bien, imitando a Jesús que «pasó haciendo el bien»
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